1 comentarios:

Francisco dijo...

El trato al cliente es muy desagradable. Yo era un cliente habitual de este local. Cada semana, normalmente los Miércoles, iba allí desde temprano para trabajar y estudiar. Me sentaba en una mesa del interior y hacía, a lo largo de todo el tiempo que permanecía allí, entre tres y cuatro consumiciones. El local no es gran cosa y lo cierto es que por estas fechas hace frío, incluso dentro. Pero como está cerca de mi trabajo, me venía bien. Sin embargo, ayer llegué a primera hora y, como de costumbre, pedí un té y me senté en mi sitio habitual, una mesa con dos sillas. Como llevaba una cartera, una chaqueta y varias carpetas para ponerme a trabajar, intenté mover un poco la otra silla para poder dejar todo en ella. Nada más empezar hacerlo, el dueño, de un modo muy desagradable y brusco, me apartó de la silla y me dijo que no le cambiase las cosas de sitio, que podría estorbar a la mesa de al lado, que en ese momento estaba vacía. Me quedé quieto en mi asiento y muy fastidiado de no poder irme en ese mismo momento, porque el té ya estaba preparado y a punto de servirse. Me lo bebí tan pronto como pude, lo pagué, pedí disculpas por haber movido la silla y salí con la determinación de no volver más.
Ya antes había oído comentarios sobre el trato hosco y desagradable de este local, lo cual es curioso en un negocio que debería estar orientado al público y más en una calle donde es muy fácil encontrar otro sitio donde estar a gusto. Lo cierto es que en la Alameda de Hércules hay muchos otros cafés y locales con un ambiente más confortable y donde el trato al cliente es más amistoso y acogedor. Café Ciudad Condal no es, por supuesto, uno de esos sitios, sino más bien todo lo contrario.

22 de diciembre de 2011, 15:51